John Henry Kurtz (JHK). Con la tecnología de Blogger.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Comités de enlace con los hospitales (CEH)




Pautas para los superintendentes viajantes (2010) tag-S, páginas 63 y 64
http://indicetj.com/publicacoes/manual_superintendentes_2010.pdf


     Estimados camaradas abducidos y esquilmados por los ungidos de pacotilla:

     Hoy toca dar su merecidísima ración de pelargón a los teócratas de pegote. Día sí y día también, aquí y allá, aparecen noticias sobre testigos de Jehová que desgraciadamente fallecen negándose a aceptar transfusiones sanguíneas. La confesión religiosa del notorio arraigo y olé nos lo intenta engargantar como si de una decisión personal y de conciencia se tratase. Pero aquí es donde entramos los apóstatas de pro, a los que sistemáticamente nos toca bailar con las más fea, para poner los puntos sobre las íes. En palabras bíblicas, sería: "Abrir los ojos a los ciego y los oídos a los sordos".

     Los gerifaltes teocráticos son maestros en el arte de tirar la piedra y esconder la mano. O lo que hacíamos de niños: tocar el timbre y salir corriendo. Sin embargo, nosotros, los resabiados por excelencia --una desconfianza ganada a pulso, a base de palos-- no nos tragamos las milongas procedentes del indocumentado Cuerpo Gobernante. Los trileros teocráticos lo tienen crudo.

     Por mucho que nos quieran vender que la decisión de no aceptar un tratamiento médico --como es una transfusión de sangre-- es una personal y de conciencia donde la confesión religiosa ni pincha ni corta... no es así. Aunque difícil de demostrar documentalmente ya que la normativa, directrices y protocolos más comprometidos siempre están en documentos ultrasecretos a los que ni los mismísimos ancianos de congregación tienen acceso, vamos a intentar arrojar luz divina sobre los tejamaneje watchtowerianos.

     Gracias a internet mucha de la documentación secreta está saliendo a la luz. Debe ser voluntad de la Providencia. De modo que, echando mano de las filtraciones apóstatas, intentaremos llegar al ápice de la pirámide; donde de verdad se toman todas las decisiones. Empezaremos con el manual secreto Pautas para los superintendentes viajantes (2010) tag-S [Traveling Overseer Guidelines] Spanish (tga-S). Enésimo manual que ni se puede comprar ni se puede consultar en ninguna biblioteca, ni siquiera en los Salones del Reino de los testigos de Jehová. Un manual de 146 páginas dirigido especialmente a los superintendentes viajantes (lo que sería un obispo para la Iglesia Católica). Así que, intentaremos diseccionar las páginas 63 y 64 y traducirlas al román paladino.
  1. Los Comités de Enlace con los Hospitales (CEH) apoyan nuestra determinación basada en la Biblia de abstenernos de sangre. 
     En otras palabras, serían quienes gestionan --algunos pensamos que presionan-- con los facultativos el respeto escrupuloso a la posición monolítica de los testigos de Jehová hacia las transfusiones de sangre. Yo lo traduciría como una especie de policía política.
También contribuyen a aclarar ideas erróneas en cuanto nuestra postura sobre el cuidado de la salud.
     No consigo comprender cómo si la posición del testigo de Jehová es personal y de conciencia, qué pintan terceras personas de intermediarios entre la voluntad del paciente y los médicos. ¿No sabe lo que le dicta su conciencia el paciente?
Su labor se dirige bajo la dirección de la sucursal y está supervisada por la Sección de Información sobre Hospitales. 
     Aquí llegamos a la cúspide de la pirámide a nivel nacional. La "sucursal" no es otra cosa que la sede nacional de la confesión religiosa en los respectivos países. Dentro de la sede nacional, hay un departamento encargado del tema: Sección de Información sobre Hospitales.

     Ahora, viene la pregunta del millón, ¿cómo se selecciona a éstos lumbreras teocráticos que van a ejercer el arte de convencer al personal facultativo de las bondades de no utilizar sangre como método terapéutico?
Si un comité necesita más hermanos para encargarse del trabajo, el CEH determina a quién recomendar siguiendo las pautas generales expuestas a continuación. Con frecuencia, algún hermano que forma parte del Grupo de Visita a Pacientes demuestra las aptitudes y el deseo de servir, y ese servicio le ha dado experiencia en los asuntos relacionados con los hospitales. 
     El mismo comité local selecciona al futuro candidato. Hay que buscar el candidato entre personas bregadas en temas hospitalarios. ¿Quiénes podrían ser éstos? Pues los miembros de la confesión religiosa seleccionados para formar parte del Grupo de Visita a Pacientes. Se supone que éstas personas aportan consuelo espiritual al paciente hospitalizado y ayuda práctica a los familiares de éstos. No obstante, algunos malpensados --un servidor entre ellos-- cree que estos GVP son una especie de espías y policías teocráticos que acompañan en todo momento al paciente con el fin de que éste no se sienta tentado a transigir en la postura monolítica que mantienen los testigos de Jehová de no aceptar las transfusiones sanguíneas como una terapia aceptable... aún a costa de su vida. En todo caso, el paciente puede temer llegar a un acuerdo secreto con el médico cuando sabe que va a estar acompañado permanentemente por compañeros de creencia.

     Como bien apunta un lector en su comentario: no se requiere del candidato estudios de medicina ni enfermería. El sexo femenino queda excluido automáticamente per se. Básicamente, se busca en el candidato teócrata que tenga palique y no se achante ante médicos, abogados y jueces. ¿Qué cómo un charlatán puede atreverse a recomendar al personal facultativo tratamientos médicos en los que no se utilice sangre? Son las cosas del Cuerpo Gobernante... como ellos son unos indocumentados, académicamente hablando, pues tienen la valentía propia de los ignorantes.
El CEH debe consultar con el superintendente de circuito a fin de asegurarse de que el hermano recomendado sea apto para este privilegio. Si así es, el CEH enviará el nombre del hermano a la Sección de Información sobre Hospitales. El Comité de Sucursal aprueba la formación o la disolución de un CEH.
     Seguidamente, el afortunado y seleccionado tendrá que someterse al visto bueno del superintendente de circuito. Si consigue pasar este filtro, entonces se envía a la sede nacional el nombre del opositor, concretamente al departamento Sección de Información sobre Hospitales. Pero, estos comités, ¿cómo se originan? ¿Aparecen espontáneamente como los hongos? No. Es el Comité de Sucursal (la dirección nacional de la confesión religiosa) quien aprueba o disuelve estos comités de pacotilla.
RECOMENDACIÓN DE TRATAMIENTOS O DE MÉDICOS  
4. En ocasiones se pide a los miembros de los CEH que organicen o formen parte de seminarios que informen a los hermanos de la zona de los servicios médicos que prometen cirugía sin sangre.
     Tengo unas preguntas que me quitan el plácido sueño apóstata. Por ejemplo, cuando estos ejecutivos de la entidad religiosa informan o recomiendan a los miembros de la comunidad religiosa servicios o seguros médicos que prometen cirugía sin sangre. ¿Recomiendan o derivan a éstos pacientes a clínicas privadas? ¿Cobran alguna comisión en metálico o en especie por estas derivaciones? ¿Este "prometer" es solo de boquilla... o garantizan por escrito que bajo ningún concepto o circunstancias se utilizará sangre? No vaya a ser que al final, la medicina privada nos ofrezca lo que la pública... pero cobrando.

     Llegados a este punto, nos quedan los que parecen o aparecen como los convidados de piedra: el resto de los ancianos de congregación que controlan y aplican la normativa interna en todas las comunidades locales y que no forman parte de estos Comités de Enlace con los Hospitales. ¿Les da la confesión religiosa alguna función?
FUNCIÓN DE OTROS ANCIANOS 
5. Los ancianos de la congregación deben ayudar a todos los publicadores a llenar la tarjeta DPA, en especial a los recién bautizados. Los ancianos que no forman parte del CEH también colaboran activamente en asistir a los hermanos hospitalizados.
     El Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová --como el Generalísimo-- lo quiere todo atado, y bien atado. A pesar de ser una decisión personal y de conciencia, aquí todo quisque tiene que retratarse firmando un documento de validez legal donde uno expresa su supuesta voluntad de no recibir transfusiones sanguíneas... ni a riesgo de muerte. Este documento sería la tarjeta DPA. ¿Qué es esa tarjeta?
http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/202010004
     Este documento no te lo tienes que inventar, ya lo imprime y distribuye la confesión religiosa entre todos sus miembros.

     Esta documentación es la punta del iceberg. Hay muchas más directrices. Más documentos que hace que me cuestione que el miembro de la confesión religiosa realmente toma una decisión personal y de conciencia... sin coerción.

     Ya conocéis nuestro lema preferido: lo documentamos todo, todo y todo.