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miércoles, 1 de junio de 2016

Abuso sexual de menores... quinta entrega



   
Carta a los cuerpos de ancianos 16 de junio de 1994
     


     Estimadas víctimas de la pseudoteología watchtoweriana:

     Nízam (el Ojo que todo lo ve), sigue en su papel incansable de iluminar a la casa de la fe y de la fa cual Faro de Alejandría. Hoy nos deleita con la carta remitida por la sede nacional a todos los cuerpos de ancianos en España, misiva que trata sobre los abusos sexuales a menores..., ¡entre otros asuntos legales! Los teócratas siguen en su línea, que no es otra que intentar proteger la imagen pública y el patrimonio económico de la entidad religiosa; a toda costa.

     Esta entrega será la quinta. Desde el mes de marzo hemos publicado cuatro entregas más. El que esté interesado en conocer cómo ha gestionado y gestiona los abusos sexuales infantiles la confesión religiosa de los testigos de Jehová, está de suerte. Los apóstatas le daremos luz a espuertas:

http://johnhenrykurtz.blogspot.com.es/2016/05/abuso-sexual-menores-suma-y-sigue-de-un.html
http://johnhenrykurtz.blogspot.com.es/2016/04/el-watchtowergate-y-deep-throat.html
http://johnhenrykurtz.blogspot.com.es/2016/03/abuso-sexual-menores-no-todo-se-puede.html
http://johnhenrykurtz.blogspot.com.es/2016/03/abuso-de-menores-y-la-voluntad-de-dios.html

     ¿Las palabras clave en esta misiva teocrática?: C O N F I D E N C I A L, "no divulgar información", "deben resultar pocas tus palabras", "refrenar los labios", "no reveles el habla confidencial", "el uso inoportuno de la lengua", "ser cautelosos como serpientes", "pondré un bozal, sí, como guardia para mi propia boca", "estricta confidencialidad", "no revelar información confidencial", O sea; en boca cerrada, no entran moscas. Cuando uno lee las siete páginas --por lo menos un servidor llega a esa conclusión-- queda claro que quieren que todo quede en un círculo limitado dentro de la confesión religiosa. Los trapos sucios se lavan en casa. La pregunta que corresponde es: ¿pero tienen jabón para lavarla?...

     LLegado a este punto, como de costumbre, toca diseccionar desde nuestra perspectiva apóstata estas directrices teocráticas que tanto afectan nuestras vidas de apoquinantes netos. ¡Va por ustedes!

     Normalmente, los caciques teocráticos están bastante paranóicos con el tema del secretismo, pero cuando el asunto trata de los abusos sexuales a menores... les entra una disentería galopante y no encuentran un vocablo lo suficientemente contundente en la lengua española para indicar a los ancianos (pastores religiosos locales) la importancia de achantar el pico. Por este motivo, en el mismísimo principio del escrito teológico recurren a un C O N F I D E N C I A L en negrita, subrayado, en mayúsculas y las letras separadas con un espacio... Se puede decir más alto pero no más claro: Silentium est aurum.

     En su jerga encriptada, recuerdan a los ancianos la regla de oro watchtoweriana:  "No obstante, deben tener cuidado de no divulgar información sobre otras personas a quienes no tienen el derecho a conocerla". La pregunta que como apóstata formularía, sería la siguiente: ¿Tiene derecho la policía judicial a acceder a esa información cuando está relacionada con un delito de abusos sexuales infantiles? ¿Tiene derecho un juez a emitir una orden para que se presenten esos archivos relacionados con casos de pederastia?... Me gustaría que el portavoz de la confesión religiosa pudiese responder a esas preguntas.

     Seguidamente, sueltan una retahila de vocablos --con una serie de citas bíblicas sacadas de contexto-- todos relacionados con guardar silencio, para acabar con: "El uso inoportuno de la lengua por parte de un anciano puede llevar a serios problemas legales para sí, para la congregación e incluso para la Sociedad". Básicamente, esta es el leitmotiv. Es la enésima llamada a la ley del silencio. "La Sociedad", en este caso, es la confesión religiosa. Es un término habitual entre los testigos de Jehová para referirse a la élite de quien emanan todas las directivas. O sea, en la práctica, el Cuerpo Gobernante. En lenguaje coloquial podrían haberles dicho a los ancianos:
En el tema relacionado con el delito --tipificado en el Código Penal Español-- de los abusos sexuales a menores hay que echarse un candado en la boca..., ni mu. De otra manera, como haya una denuncia por parte de la víctima, a ti --como anciano-- se te puede caer el pelo que te queda teniendo que responder con tu persona y patrimonio; a la congregación ídem..., ¡y no digamos a nosotros, la confesión religiosa, que nos pueden pegar un palo que nos lleve a la quiebra económica! Esto no es moco de pavo: la pasta es lo más sagrado.
     Lo próximo diría que es vomitivo, para cualquier persona y sobre todo para las víctimas: "Aunque como cristianos estamos dispuestos a perdonar a quienes comentan males contra nosotros, la gente del mundo no tiene la misma disposición". ¡Hay que ser miserables! Es un llamamiento a "perdonar" a nuestro agresor sexual, amparándose en su pseudocristianismo. ¿Y la justicia qué? ¿Es justo es "perdón", ese olvidar y pelillos a la mar, cuando un depredador sexual de menores queda impune y libre para seguir agrediendo a otros niños? Luego, para rematar la faena acaban con esa superioridad moral al referirse de forma peyorativa al resto de personas que no formar parte de su comunidad religiosa: "la gente del mundo no tiene la misma disposición". Pue sí, afortunadamente. Porque si "la gente del mundo" tuviese la misma disposición que los dirigentes de la confesión religiosa, los pederastas y demás depredadores sexuales seguirán campante y libremente actuando protegidos en el anonimato.

     En la página dos, desarrollan un poco más este punto, ¡por si no ha quedado claro!: En los últimos años, este problema se ha convertido en algo cada vez más preocupante. El espíritu del mundo ha sensibilizado a la gente con respecto a sus "derechos" legales y los medios jurídicos por los que pueden conseguir que se castigue a quienes vulneran tales "derechos". ¡Hay que tener la cara dura como el cemento armado! El mundo, que según ellos está controlado por Satanás el Diablo, maquinalmente sensibiliza a las víctimas inculcándoles que tienen "derechos" y que les ampara la justicia seglar..., ¡que incluso se puede castigar al agresor sexual para que no quede impune y para que no siga agrediendo a otros niños inocentes! ¡Qué mala e inmisericorde es la justicia secular en comparación con la teocrática!

     Ahora viene lo que a los gerifaltes teocráticos les duele de verdad: "Como consecuencia, personas descontentas y opositores pueden inciar pleitos para conseguir compensaciones económicas de la congregación, de alguno de sus miembros o de la Sociedad. Muchos de estos pleitos son la consecuencia de un uso indebido de la lengua". El lenguaje que utilizan es torticero. ¿Son las víctimas "personas descontentas y opositores"?... El que ha sufrido abusos sexuales es quien puede pedir que se haga justicia de verdad, ¡no la teocrática de la Srta. Pepis!, y evidentemente, esto llevará implícito que el depredador sexual se castigado con la justicia y que responda con su patrimonio para compensar a la víctima..., ¡que menos! El daño psicológico del que sobrevive a esta experiencia traumática es insuperable. Y, por supuesto, toda la estructura de la Sociedad, organización o confesión religiosa que encubre estos delitos y a los delincuentes debe responder también ante la justicia secular. ¡Solo así se podrá hacer justicia y se protegerá a la infancia! ¡Y cómo no, se lamentan que los ancianos al hablar puedan hacer posible que la demanda llegue a buen puerto!... ¡Manda huevos!

     Pocas veces he visto que hablaran tan claro a los ancianos sobre las repercusiones judiciales y penales sobre su persona y patrimonio en caso de irse de la lengua: "Los ancianos o la congregación pueden sufrir graves perjuicios económicos. Si se presentaran complicaciones en casos que impliquen a las autoridades, puede haber multa o pena de prisión. Tales posibilidades resaltan la necesidad de que los ancianos sean discernidores y sigan cuidadosamente las directrices provistas por la Sociedad". Tan explícitamente es la primera vez que leo esto en las directrices que emanan de la entidad religiosa. Pero, nunca es tarde, si la dicha es buena. Según mi opinión, hay que ser un cándido a nativitate, ¡vamos lo que se conoce como el pardillo integral ibérico y allende los mares! Exponer tu persona a sufrir una condena de años de cárcel, o tu patrimonio, al existir la posibilidad de sufrir graves perjuicios económicos, todo por jugar a ejercer el cargo de anciano en la confesión religiosa..., ¡hay que hacérselo mirar! Y si te paras a reflexionar, ¿por qué? Básicamente, por que crees que la "leyes" teocráticas de la Sociedad están por encima de nuestro orden constitucional, la ley secular.Cuando se trata de un delito, como lo es el abuso sexual infantil, todo es muy sencillo si quieres evitar problemas respondiendo con tu persona o patrimonio --y esto no te lo dice la entidad religiosa, pero sí los apóstatas--; lo ideal, ético y cristiano es denunciar en un juzgado o comisaria o cuartel de la Guardia Civil todo presunto caso de abuso sexual de menores del que tengas conocimiento: inmediata y automáticamente..., ¡sin esperar plácet alguno de la sede nacional! Esta advertencia tan sencilla y directa siempre se olvidan de dártela los jerarcas teocráticos. Sin embargo, es labor de los apóstatas irredentos destapar los oídos a los sordos y abrir los ojos a los ciegos. Anciano, ¡no seas un 'pringao'!

     Como esta carta teocrática trata el tema de cómo deben abordar los ancianos temas con implicaciones legales, hay varios supuestos. Por ejemplo, el abuso sexual de menores: "Muchos estados tienen tienen leyes que obligan a informar del abuso de menores. Cuando los ancianos reciban informes de abuso físico o sexual de menores, deberán contactar inmediatamente con el Departamento de Asuntos Legales de la central". Os lo traduzco a vosotros, mortales: cuando los ancianos (pastores religiosos locales) tengan conocimiento de un presunto caso de abuso sexual de un menor, en lugar de acudir a denunciarlo inmediata y automáticamente a un juzgado o comisaría de policía... debe contactar con el Departamento de Asunto Legales ubicado en la sede nacional de los testigos de Jehová. 

     Tengo una pregunta para el portavoz de la confesión religiosa en España: durante los últimos 40 años, ¿cuántas veces han denunciado los ancianos ante la autoridad competente casos de abusos sexuales infantiles... a instancia de este Departamento de Asuntos Legales? ¿Espero de pie, sentado, o mejor me acuesto?

     La carta da para escribir un libro, o una enciclopedia. No obstante, el objeto del tema es los abusos sexuales de menores. Como nos queda más, mucho más, lo dejaremos aquí. Pero, os pongo deberes de verano: hay que leer esta carta cuidadosa y minuciosamente para ver la inmensa distancia que hay entre el querer y el hacer de la confesión religiosa con respecto a la debida protección efectiva a la infancia.  

     Acabaré con nuestro lema favorito: lo documentamos todo, todo y todo. ¿Quién es el padre de la mentira y los diversos chanchullos en el nombre de Dios?